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El papel de la fisioterapia en el tratamiento de caminar de puntillas

Caminar de puntillas Es una afección en la que una persona camina de puntillas y pone poco o ningún peso en otras partes del pie. Especialmente el talón. Esta condición se compone de múltiples aspectos del desarrollo funcional que trabajan juntos para crear cambios con el tiempo. Como padre, es posible que identifique que su niño pequeño camina de puntillas a medida que aprende a navegar y manejar su entorno en una posición de caminata erguida.

Los padres que descubren que sus hijos caminan de puntillas a menudo se preguntan qué lo causó y cómo pueden ayudarlo. Esperamos responder algunas de estas preguntas. Pero más importante aún es explicar la importancia de la fisioterapia en la recuperación.

Causas de caminar de puntillas

Comencemos con algunas causas, mirando más allá de los “músculos y huesos”. Los médicos aún tienen que identificar una causa conocida para habitual o idiopática, caminar de puntillas. Biomecánica La afectación debida al acortamiento congénito del tendón de Aquiles (que a menudo es hereditario y es el resultado de una estructura anormal del pie) hace que el tendón se acorte si no se utiliza toda su longitud. Neurológico Los diagnósticos incluyen espasticidad muscular asociada con parálisis cerebral y enfermedad muscular paralítica, o como signo de autismo. Por último, pero no menos importante, hay una sensorial componente que puede verse afectado por una disfunción vestibular/visual. Un trastorno del procesamiento sensorial (SPD) o reflejos infantiles retenidos (ATNR/STNR) se asocia con un retraso en el desarrollo.

Un pediatra puede aconsejarle sobre pruebas y tratamientos médicos adicionales. Es posible que prefieran esperar y ver si el niño “superará” la afección. Sin embargo, otros tratamientos incluyen:

  • Terapia física
  • Férulas nocturnas o aparatos ortopédicos
  • Se utiliza una ortesis de tobillo-pie (AFO) o un yeso en serie para promover el estiramiento progresivo de los tejidos que se acortan naturalmente.
  • La terapia con Botox se utiliza para ayudar a relajar el músculo de la pantorrilla permitiendo el estiramiento de la musculatura. El objetivo sería alargar el músculo permitiendo flexibilidad.

Hablemos de lo que puede esperar de la fisioterapia en el tratamiento de la marcha de puntillas.

Más allá de los músculos y los huesos

Un fisioterapeuta puede evaluar los “músculos y huesos” de la afección. La longitud de la musculatura, el rango de movimiento (ROM), la fuerza, el equilibrio, la palpación de la sensación y la marcha.

El tratamiento inmediato se centra en mejorar el rango de movimiento y la flexibilidad. Se pide al paciente que participe activamente en el estiramiento de las áreas tensas, trabajando en los desequilibrios del sistema esquelético de derecha a izquierda y de adelante hacia atrás como parte de un programa de fortalecimiento. Esto le enseña al cuerpo cómo adaptarse a nuevas posiciones y longitudes de los músculos, cambios en la propiocepción (los receptores que ayudan al cerebro y al cuerpo a saber dónde están en el espacio), cómo adaptarse al equilibrio en diferentes superficies y texturas, y cómo recuperar el equilibrio. educar su sistema neuromuscular.

Lo sensorial de todo

Cuando caminar de puntillas está relacionado con disfunciones vestibulares, el oído interno puede ser el culpable. El sistema vestibular, dentro del oído interno, es responsable de alimentar al cerebro con información sobre la posición y el movimiento. Esto se correlaciona con la posición de los ojos, la cabeza y el cuerpo. Si esta información está sesgada o se percibe incorrectamente, es posible que el cerebro no sea consciente de cómo se mueven los pies o si no están funcionando de la manera más eficaz. En este caso, el fisioterapeuta trabaja ejercicios de habituación vestibular, actividades en las que movemos los ojos, la cabeza, el cuello y las extremidades por separado o juntos mientras trabajamos el entrenamiento del equilibrio y la coordinación.

Si su hijo es sensible al tacto y a las diferentes texturas o tiene aversión a los zapatos, los calcetines o los pies descalzos, esto puede indicar un problema de procesamiento sensorial, o incluso trastorno del procesamiento sensorial, para lo cual el niño podrá caminar de puntillas para evitar la sobreestimulación. En este caso, la terapia puede ayudar implementando técnicas táctiles. Desensibilizar la planta del pie es una parte importante para mejorar la tolerancia a caminar con todo el pie.

Por último, pero no menos importante, facilitar la nueva marcha.

Para ello, el fisioterapeuta tiene la tarea de crear un entorno en el que se pida a los caminantes de puntillas que se adapten.

Si su hijo camina de puntillas, visítenos en cualquiera de nuestras ubicaciones en Tucson para determinar mejor el tratamiento ideal. No dudes en agendar una cita de trabajo con nuestro equipo de fisioterapeutas certificados en ProActive.

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